Fundación Marambio
Rescate histórico en los hielos
8 de noviembre de 1903

El gobierno y un grupo de particulares de Suecia, como respuesta a las Recomendaciones de los VI y VII Congresos Internacionales de Geografía (1895 y 1899) impulsaban a la ciencia mundial en todos los campos a contribuir en la exploración y conocimiento de la Antártida.

El geólogo sueco y experto polar Otto NORDENSKJÖLD organizó una expedición científica particular para la investigación en la península antártica.

Otto era sobrino de Adolf Erik NORDENSKJÖLD, geólogo y explorador polar sueco de origen finlandés, quien había logrado atravesar el pasaje noreste y navegar alrededor del continente eurasiático entre 1878 y 1880 a bordo del buque ballenero Vega.

Adolf Erik desde hacía mucho tiempo había querido hacer una expedición antártica, pero como empezó a sentirse demasiado viejo hacia fines del 1800 estimuló entonces a su sobrino Otto a llevar a cabo la primera expedición sueca a la Antártida; tenían sangre de pioneros, entre sus parientes hallamos también al creador de la Fuerza Aérea Sueca.

Organizaron esta expedición con el buque “Antarctic” capitaneado por el Noruego Carl Anton Larsen y bajo la dirección Científica del profesor sueco de geología y mineralogía Dr. Nills Otto Gustaf NORDENSKJÖLD la que fue apoyada por Argentina que le proveyó víveres y provisiones, a cambio de que admitieran que un representante del Gobierno Nacional se sumara al grupo a instancias del perito Francisco MORENO.

Fue elegido el Alférez de Navío de la Armada Argentina José María SOBRAL, joven miembro de la Armada Argentina, quien en diciembre de 1901 integró esta expedición para desempeñarse como observador meteorólogo, geodesta, efectuando además estudios de biología y reconocimiento geológico.

Esta Expedición Antártica fue planeada originalmente como un viaje de investigación científica, pero además de cumplir con su objetivo, se convirtió en una inesperada aventura.

El 21 de diciembre de 1901 parte de Buenos Aires a bordo del "Antarctic" y en Febrero de 1902, Nordenskjöld, Sobral y cuatro compañeros desembarcaron en la isla Cerro Nevado (Snow Hill) donde armaron una casilla de madera prefabricada en Suecia.

Allí permanecieron durante todo el invierno efectuando observaciones meteorológicas, estudios de magnetismo, trabajos de biología y reconocimientos geológicos.

Entre las tareas desarrolladas, el grupo realizó una expedición hasta las proximidades del Circulo Polar Antártico, caminando más de 600 kilómetros en territorios desconocidos para el hombre.

Luego de un invierno de intenso trabajo, los hombres esperaban la llegada del Antarctic, buque que los llevaría de regreso.

El grupo científico, debía invernar en la Antártida durante 1902 y ser recuperado por el mismo buque a fines de ese año o comienzos del siguiente; lo cual se malogró a principios de 1903 al ser aprisionada la embarcación y destruido el casco por los hielos, naufragando cuando navegaba entre los hielos Antárticos, quedando su tripulación con ínfimos elementos para subsistir en la isla Paulet y en la bahía Esperanza, donde se encuentra actualmente la Base Esperanza.

El capitán Carl LARSEN y 19 miembros de la tripulación buscaron refugio en la isla de Paulet, donde construyeron una pequeña cabaña de piedra.

En los días previos al naufragio, el segundo jefe de la expedición había desembarcado junto con otros dos hombres para intentar llegar hasta la cabaña desplazándose sobre el mar congelado.

Una franja de mar abierto impidió el avance de este grupo, así que ellos también debieron improvisar un albergue para sobrevivir en el sitio que hoy se llama bahía Esperanza (hoy Base Esperanza).

Sorpresivamente, entonces, los integrantes de la primera expedición sueca a la Antártida quedaron divididos en tres grupos sin comunicaciones, con muy escasas herramientas y limitadísimas provisiones.

La carencia de noticias en los ámbitos científicos nacionales e internacionales y la preocupación exteriorizada, estimularon a las autoridades argentinas en procura de auxiliar la expedición, a cuyo fin dispusieron el alistamiento y zarpada de la vieja cañonera - reacondicionada ahora como corbeta “Uruguay”.

El 8 de noviembre de 1903, al mando del Teniente de Navío Julián IRÍZAR, venciendo peligrosas dificultades, se pusieron en contacto con miembros de la Expedición de Nordenskjöld al sur de la isla Seymour (actualmente isla Vicecomodoro Marambio), en la pingüinera que se encuentra a ocho kilómetros de la Base Marambio, rescatando en una hazaña sin precedentes a todos los expedicionarios.

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